Al quedarse pequeño el antiguo cementerio, y tratando también de acercarlo al municipio, se construyó el actual cementerio, aproximadamente en el año 1895.
Durante la segunda República pasó a ser cementerio municipal, pero al terminar la guerra en el año 1939 volvió a pasar a titularidad de la iglesia.
El primer entierro fue el de Salvador Ruix Civera, natural y vecino de Museros.